GANGRENA GASEOSA (MIONECROSIS CLOSTRIDIAL)
Este tipo de infección clostridial (producida en un 95 % por el clostridium perfringens), se caracteriza por ser muy invasiva, con compromiso muscular, producción de gas y acompañada por un cuadro endotoxémico generalizado.
Normalmente esta infección se produce como consecuencia de la contaminación de un foco con clostridios, especialmente en pacientes con fracturas expuestas y/o con lesiones que implican una importante pérdida de tejidos blandos, generalmente como consecuencia de accidentes producidos en la vía pública, lo que hace que éstas se contaminen con tierra, vegetales, etc., o como consecuencia de inyecciones intramusculares.
Para que ocurra la infección clostridial tienen que converger las siguientes condiciones: a) presencia de clostridios; y b) una tensión de oxígeno disminuida en la región, como consecuencia de una disminución circulatoria o por un gran sufrimiento tisular con necrosis. Los clostridios, producen una gran cantidad de toxinas, pero la más importante desde el punto de vista invasivo, es la alfa toxina, que es una enzima proteolítica.
La OHB actúa directamente sobre los clostridios (y demás gérmenes anaerobios) ya que éstos carecen de enzimas tales como las catalasas y peroxidasas, entre otras, que actúen sobre la gran variedad de radicales libres que se producen durante la terapia hiperbáricas, ya que con tensiones de oxígeno de 250 mm Hg. se detiene la producción de toxinas por estos gérmenes.
La infección, debido a la gran invasividad del germen, puede llegar a avanzar a unos 15 cm por hora, lo que hace imperiosa la necesidad de iniciar el tratamiento lo más rápido posible, el que se deberá apoyar en el debridamiento quirúrgico, antibióticos y OHB. Esta terapia disminuye notoriamente la morbimortalidad, minimizando la cantidad de amputaciones.
Fuente:
https://institutomedicinahiperbarica.es/medicina-hiperbarica-indicaciones-principales/